Guía práctica para hacer talleres


El taller implica como su nombre lo indica, un lugar donde se trabaja y se elabora. Es una forma de enseñar y aprender mediante la realización de algo. Se aprende desde lo vivencial y no desde la transmisión. Predomina el aprendizaje sobre la enseñanza. Se trata entonces de un aprender haciendo, donde los conocimientos se adquieren a través de una práctica concreta, realizando algo relacionado con la formación que se pretende proporcionar a los participantes. Es una metodología participativa en la que se enseña y se aprende a través de una tarea conjunta.



El trabajo tiende a la interdisciplinariedad y posee un enfoque sistémico, lo que significa que la realidad no se presenta fragmentada.

La utilización de este método tiene como cometido dar respuesta a preguntas planteadas en las consignas de trabajo, teniendo en cuenta la opinión de todos los miembros del grupo, para llegar a una toma de decisiones colectiva.

Además, promueve el desarrollo de varios saberes: cognitivos, operativos, relacionales (saber escuchar, planificar con otros, tolerar las opiniones de los demás, aprender a coordinarse con otros, tomar decisiones de manera colectiva, sintetizar, diferenciar entre información relevante y no relevante…) por lo cual se transforma en un método de aprendizaje muy relevante para el desarrollo de competencia, ya que:



Se basa en la experiencia de los participantes.

Es una experiencia integradora donde se unen la educación y la vida, los procesos intelectuales y afectivos.

Está centrado en los problemas e intereses comunes del grupo.

Implica una participación activa de los integrantes.

Puede utilizar diversas técnicas, especialmente la discusión en grupo.

Está orientado específicamente a las tareas.

La tarea es convocante del grupo.



El papel del facilitador

El facilitador promueve y crea condiciones técnicas, emocionales, grupales y comunicacionales, para que circule, se procese y se desarrolle el aprendizaje. Para actuar como facilitador, se necesita la adquisición de las herramientas en base a las condiciones antes mencionadas y fundamentalmente, el saber escuchar lo que el otro necesita, con la posibilidad de anticiparse en el pedido y el ofrecer una respuesta que pueda ser escuchada.

Para poder cumplir esta función, el facilitador precisa conocer el contexto en el cual va a actuar, que está atravesado por elementos personales, institucionales, culturales y socio-económicos que determinarán su desempeño.

Es necesario tener en cuenta además, como aprenden los adolescentes en la participación de talleres. La experiencia de vida, las configuraciones ideológicas, los prejuicios, las formas de acercarse y percibir la realidad, pueden ser facilitadoras u obstaculizadoras de los procesos de enseñanza. El facilitador debe estar atento a las ansiedades y defensas que se ponen en juego en toda situación de aprendizaje, la tolerancia del alumno de la “posición de ignorancia”, condición indispensable para adquirir nuevos saberes.

El facilitador debe considerar:

a) el sujeto del aprendizaje: los participantes del taller.

b) las características del objeto del conocimiento que se aborda: el objetivo, el contenido temático y las características del taller.

c) las características de las interacciones grupales en el contexto de aprendizaje: dinámica del grupo



y además:

Completar la información que surja de la discusión en grupo.

Comentar las soluciones elaboradas en el grupo.

Estimular la reflexión.

Orientar

Animar

Brindar asistencia técnica



El papel del participante

Actúar elaborando

Reflexionar a partir de su propia experiencia y de la experiencia de los otros.

Interactúar con los demás.



CÓMO DISEÑAR UN TALLER DE APRENDIZAJE



La concepción de un taller incluye los siguientes pasos:

El análisis previo de las necesidades.

Las preguntas clave para la planificación.

La composición del grupo de participantes.

El diseño del programa.

El diseño del seguimiento.

La mayoría de estos pasos están bajo la responsabilidad del coordinador.

La concepción de un taller empieza con la evaluación de las necesidades del grupo beneficiario o afectado por el problema. Este grupo no sólo lo componen los posibles participantes del evento, sino también las personas que sentirán interés por un cambio positivo (familia, amigos, grupo escolar, otros).





Preguntas clave para la planificación

Con el análisis previo se consigue la información básica para conceptualizar y planificar el taller. Sin embargo, es conveniente verificar y comprobar la necesidad del taller tomando como guía el resultado de las siguientes preguntas:

¿Por qué se realiza el taller?

¿Cuál es la situación actual y la deseada?

¿Para qué se realiza el taller?

¿Cuáles son los resultados deseados?

¿A quién se dirige el taller?

¿Cuál es el contenido del taller?

¿Qué conocimientos se desea transmitir?

¿Cómo se realiza el taller?

¿Cuáles son la metodología y las herramientas adecuadas?

¿Con quién se realiza el taller?

¿Qué instituciones realizan o patrocinan el taller?

¿Quiénes componen el equipo de capacitación?

¿Cuándo y por cuánto tiempo se realiza el taller?

¿En qué fechas?

¿Cuántos recursos requiere el taller?

¿Con cuántos recursos cuenta?

¿Cuánto es necesario conseguir?

¿Cuánto tiempo de preparación requiere el taller?

¿Dónde se realiza el taller? (lugar y sitio específicos)



CONDICIONES PREVIAS NECESARIAS



Según Gibb (1996), para desarrollar adecuadamente un taller de aprendizaje, se deben considerar una serie de aspectos, a saber:

1) La creación de un ambiente físico conducente a la resolución de problemas. Ese ambiente físico debe de ser suficientemente grande como para permitir una máxima base de experiencias y suficientemente reducido como para permitir una gran participación y un mínimo de intimidación. El ambiente ha de ser informal pero conviene evitar cualquier motivo de distracción. Por otra parte, se deben considerar aspectos tales como calefacción, iluminación y ventilación, así como conviene también disponer de mesas para que los integrantes puedan escribir. Hay que tomar en cuenta que muchas de las barreras que se interponen a la comunicación son emocionales e interpersonales.

Ni tan grande el espacio que intimide…

Ni tan chico como una ‘’lata de sardinas”

.

2) La reducción de tensiones interpersonales que suelen surgir de las situaciones de grupo. Las situaciones interpersonales amistosas reducen la intimidación. La forma en que se reacciona frente a la intimidación puede adoptar diversas expresiones: la proyección de culpa sobre los otros, menosprecio de algunos de los miembros, generalizaciones abusivas e injustas, comentarios negativos sobre los organizadores o autoridades.



3) El establecimiento de acuerdos sobre procedimientos que tiendan a la resolución de problemas.



4) La libertad del grupo para establecer sus propios objetivos y tomar sus propias decisiones.



5) La enseñanza de habilidades adecuadas para la adopción de decisiones.



A partir de los objetivos establecidos para el taller y de la conformación del grupo y características de los participantes, se deberá preparar:



- La tarea. Actividad a realizar de acuerdo a los objetivos del taller previamente estipulados.

- La organización de los grupos. El grupo grande se divide en subgrupos, cada uno de ellos designa un secretario que tomará nota de las conclusiones parciales y finales y también se encargará de administrar el tiempo .También se designará un relator para el plenario.

- Los materiales de apoyo. Materiales escritos, audiovisuales, etc., necesarios para desarrollar la actividad.

- Las técnicas de trabajo grupal e individual apropiadas para cada actividad.

- La evaluación. Se llevará a cabo al final, donde se evaluará la tarea realizada mediante las técnicas que se consideren más adecuadas para el objetivo perseguido (planillas, opiniones orales o escritas, formularios, etc.) sin desmedro de las evaluaciones que se deseen realizar durante el desarrollo del taller.



Sugerencias prácticas

- Los distintos subgrupos pueden trabajar en torno a aspectos diversos de un tema. En tal caso los participantes se agrupan de acuerdo a sus preferencias y sus experiencias personales.

- Si se contara con asesores, éstos deben de prestar colaboración a los distintos grupos, sin distorsionar el ambiente de trabajo que se desarrolla en cada uno de ellos.

- Es muy conveniente que todos los subgrupos dispongan de una completa información para la consulta acerca de la indagación y análisis del tema. Los organizadores preverán una bibliografía variada y en cantidad suficiente y asequible en el momento que se la requiera.

Aspectos a tener en cuenta

La inclusión de asesores en la conformación grupal, es un punto discutido, puesto que podría alterar en cierta forma, la dinámica del grupo.





LA SECUENCIA DEL TALLER



Organización de los grupos

Existen varias formas de organizar los grupos de trabajo en función del tipo de actividad. Se puede distinguir grupos que realizan todos la misma tarea o grupos que realizan actividades distintas.





Trabajo en los grupos

Cada grupo realiza la tarea asignada, que deberá estar especificada claramente. En esta fase el facilitador actúa como orientador, apoyando a los grupos de trabajo.



Puesta en común o plenario

En esta etapa, un representante por grupo expone al plenario los emergentes del trabajo grupal utilizando la técnica indicada por el moderador. La presentación de las conclusiones o la síntesis de la discusión grupal, puede realizarse mediante transparencias, hojas de papelógrafo, Power Point, u otras técnicas de exposición

Esta forma de registro ayuda a los demás grupos a comprender y tener presente los planteos de los grupos, durante la discusión.



Sistematización de las respuestas de los participantes



El coordinador general, teniendo en cuenta los distintos aportes grupales y los emergentes de la discusión plenaria, elabora un resumen con las ideas más importantes ofrecidas y plantea una síntesis globalizadora de la temática abordada.



LA IMPORTANCIA DEL PLENARIO

Tanto en los individuos como en los grupos, se advierte una necesidad de síntesis, de construir un todo significativo a partir de datos incompletos. El plenario finaliza con las conclusiones generales donde se realiza una construcción colectiva.

En el plenario los diferentes secretarios de los grupos, expondrán lo trabajado a la interna de cada uno de ellos, haciendo énfasis en los puntos que han generado más conflictividad o debate. Se interrogarán entre los diferentes grupos y un facilitador general, orientará la discusión

El plenario permite escuchar otras opiniones y posibilita la contra argumentación y la interacción. En este sentido el faciltador general cumple un papel de “discutidor” que analiza y sintetiza los puntos comunes y marca las diferentas planteadas por los diversos subgrupos. Se deberá cuidar especialmente que las opiniones no se repitan para no agotar la riqueza de esta instancia colectiva.

En la misma se contempla la necesidad de síntesis a través de cuatro pasos que pueden ser a su vez objeto de retroalimentación:

a) trabajo previo en pequeños grupos recolectando y sistematizando la información disponible sobre el tema en cuestión. Esta etapa culmina con la presentación verbal o apoyada en gráficos o esquemas explicativos necesarios.

b) cada pequeño grupo presenta sus conclusiones a los demás en un tiempo preestablecido.

c) una vez finalizadas las presentaciones se realiza una sección de comentarios al trabajo de cada grupo, analizando las formas de interpretación de los datos y la lógica aplicada para derivar conclusiones.

d) nuevamente trabajo en grupos para realizar informes finales para mejorar los planteamientos parciales y dar coherencia al planteamiento global.











Fuentes:

• Candelo, Carmen y otros. Hacer Talleres. Una guía para capacitadores, Cali, Colombia, 2003.

• Careaga, Adriana y otros. Aportes para diseñar e implementar un taller, 8º Seminario Taller en Desarrollo Profesional Médico Continuo (DPMC), 2ª Jornadas de Experiencias Educativas en DPMC, Octubre 5, 6 y 7 de 2006.